Uruguay se impuso ante Perú en un partido muy duro
Paolo Guerrero y Sebastián Coates disputando un balón dividido. |
MONTEVIDEO. Domingo 10 de Junio. La selección uruguaya se enfrentaba a su par peruana en el Estadio Centenario —que se encontraba repleto— por el marco de la sexta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al campeonato mundial a disputarse en Brasil en 2014. El resultado final del partido 4 - 2 no refleja en absoluto el cambiante trámite que tuvo lugar durante los 90 minutos. De dicho trámite intentaré hablar y dar mis impresiones que —obviamente— pueden compartir o no.
Una vez que los veintidós jugadores internacionales estaban alineados y formados, junto además a la terna arbitral brasileña, comenzaron a resonar los himnos nacionales. Primero el de Perú, luego el de Uruguay. Las banderas gigantes volvieron a desplegarse en cada una de las cabeceras tras los arcos; se les sumó, además, pequeñas banderas con forma del pabellón nacional en muchas personas que presenciaron desde cada asiento o platea.
En los primeros minutos del juego los planteos eran los esperados; Uruguay, imponiendo la localía, salió con decisión a buscar el primer tanto. Perú, en cambio, a intentar despejar toda amenaza que acechara contra su arco. Se pudo ver allí una incidencia un tanto discutida, donde un peruano, cerca de su arquero, desvía el balón con una mano —lo que significaba, si el árbitro lo hubiera visto, expulsión de dicho jugador y penal para el local— pero la jugada continuó como si nada extraño hubiese pasado.
Luego de alguna llegada por parte de ambos equipos, tuvo lugar un tiro de esquina en favor a Uruguay. El ejecutante —el que generalmente remata cada balón detenido— fue Diego Forlán, que puso la pelota en la cabeza de Sebastián Coates, que conectó un fuerte cabezazo que, a la postre, terminó dentro del arco. Ese fue el 1 - 0, aún se discute si lo hizo Luis Suárez o si la floja respuesta del arquero incaico contribuyó para que fuera gol. Lo concreto es que la CONMEBOL da a Suárez como el autor del gol, aunque éste ya advirtió que en ningún momento llega a rozar la pelota.
Al minuto 39 del primer tiempo, llegaba una vez más Uruguay, con una combinación de Maximiliano Pereira y Luis Suárez. El delantero del Liverpool llegó a pisar el área para disparar fuerte, y fue el "Mono" el encargado de capturar el rebote y mandarlo dentro del arco peruano. Así llegaba el 2 - 0. Hasta ese momento, se podría decir que el partido le era muy favorable a Uruguay, Perú, más allá de alguna llegada inquietante que obligó la respuesta de Muslera, parecía carecer de profundidad.
Sobre el final del primer tiempo, en una jugada donde Uruguay queda mal parado en cuanto a la marca, un centro desde la izquierda lanzado por un peruano terminó desencadenando en que Diego Godín, central celeste, empujara la pelota y lo hiciera entrar a su propio arco; como resultado, se propiciaba un nuevo auto-gol y las cosas quedaban 2 - 1. Lo que le daba vida a Perú para los segundos cuarenta y cinco minutos del encuentro.
Así fue. El 2 - 2 tuvo lugar tras una nueva desinteligencia del fondo uruguayo. De un lateral, Paolo Guerrero se las ingenió para controlar la pelota, al bajarla, y enviarla contra la red, batiendo al mismo tiempo al guardameta Fernando Muslera. A partir de allí, se hizo un juego mucho más abierto, donde ambos intentaban llegar a anotar el tercer tanto, y, de cierto modo, se picó un poco, ya que las piernas fuertes se hicieron moneda corriente en el transcurso de dichos minutos.
Con el marcador igualado, Uruguay tuvo a su favor un remate de penal que Diego Forlán ejecutó fuertemente contra un palo; el control del arquero peruano fue fantástico, y desvió la pelota lanzada por el "10" charrúa hacia el córner. A destacar, dos atajadas más del arquero, un remate en el borde del área chica de Suárez que controló a puro reflejos y un nuevo cabezazo de Coates —situación que desencadenó el tercer tanto celeste— donde también se lució.
El 3 - 2 lo puso Cristian Rodríguez, que no hacía mucho había ingresado al juego. Junto a él, había entrado también Gastón Ramírez; en ambos caso, se vio a los jugadores enchufados, sabiendo cuál era su propósito en los minutos que tenían para hacer lo suyo. A pesar de volver a ponerse en ventaja, Uruguay no tenía en absoluto los puntos asegurados, aquellos minutos Perú intentó llegar de nuevo al empate. Y de hecho, el 4 - 2 llegó en tiempo de reposición, en un contra-ataque donde los celestes quedaron en ventaja numérica y cristalizaron la ocasión; Sebastián Eguren fue el autor de aquel tanto.
Tres puntos obligados, tres puntos que el equipo celeste necesitaba, tres valiosos puntos que se habían conseguido. Costaron, se sufrió, pero se lograron ganar. Uruguay, de esta manera, quedaría secundando a Chile en la tabla de posiciones bajo un punto y con un juego menos.
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