Un empate con sabor a Vinotinto
Diego Lugano y Miku Fedor luchando un balón dividido. |
MONTEVIDEO. El sábado 2 de junio a las 15:00 hs (horario local) tenía lugar la cita que enfrentaba a Uruguay y Venezuela en el mítico Estadio Centenario, monumento del fútbol mundial. La celeste, con todo el escenario repleto y vítores a su favor, saltó al terreno de juego con un notorio favoritismo. El 1 - 1 que llegó a poco del final, por parte de la selección visitante, pareció revivir algunos fantasmas del pasado.
Uruguay entró a la cancha con el once inicial recitado de memoria; las enorme banderas que se desplegaron en las cabeceras con el primer paso de los futbolistas en el verde césped embellecieron el espectáculo. El viento pareció complicar el tributo de los hinchas, pero lograron ingeniárselas para lucir cada centímetro de tela. "Dueño de América" recitaba una de ellas. La otra, en cambio, se trataba de la bandera nacional.
Tras el pitazo del árbitro, la pelota se puso a rodar. Los primeros minutos transcurrieron despacio, con muchas imperfecciones e incertidumbre, poco acierto y precisión. Uruguay parecía querer llevar la iniciativa, pero se encontraba frente a un planteo bien parado que repelía cualquier situación de riesgo o que insinuara algún peligro.
En lo que pareció ser una jugada sin peligro, donde Álvaro "Palito" Pereira tomó el balón pegado a la banda izquierda, llegó la primer emoción; tras pase bombeado del volante al punto penal, apareció Diego Forlán más rápido que nadie para madrugar a la pareja de centrales de Venezuela y decretar el 1 - 0 con un remate al segundo palo bien dirigido. De esta manera, el conjunto local se iría en ventaja al descanso.
En el segundo tiempo se hizo un partido sumamente extraño; fue Venezuela quien sorprendió, con un gran trato de pelota y queriendo llevar la iniciativa de la posesión. Pero se podría decir que le faltó profundidad al combinado visitante; una clara llegada fue el primer cabezazo de Rondón, que Muslera vio pasar junto a su palo, apenas desviado. La segunda ocasión del mismo jugador, terminó en el 1 - 1.
El gol venezolano cayó como un balde de agua fría en todo el Estadio Centenario; las miradas atónitas de los hinchas, el desconcierto general... era evidente. No por subestimar al rival, no por creerse invencibles, sino que parecía un juego relativamente controlado. Y ya iban 85 minutos transcurridos, quedaba muy poco para que la victoria fuera celeste.
Y no se dio. Uruguay cede sus primeros dos puntos como local en estas Eliminatorias, y si bien tiene la oportunidad una vez más de local frente a Perú para regresar a la vanguardia de la tabla, desperdició la chance de sumar seis puntos como anfitrión y despegarse aún más en la zona clasificatoria.
Muy imparcial este artículo *Sarcasmo*
ResponderEliminarMe parece gracioso que des excusas, en lugar de simplemente aceptar que la selección venezolana dio un buen partido y gracias a eso Uruguay no pudo coronarse vencedor.
Hola. Gracias por comentar, pero no te he entendido.
ResponderEliminarMe gustaría que enumeres las "excusas" que doy en la entrada.
Y el objetivo de este escrito —como de los otros anteriores— es transmitir, de alguna manera, una realidad desde mi punto de vista. Si a veces no logro ser 100% objetivo, es justamente porque quiero transmitir ese sentimiento propio.
De nuevo, gracias por haber tomado algo de tiempo para comentar.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSi bien respeto tu punto de vista, pienso que está bastante sesgada tu opinión. Lo único que critico es eso, aunque mi opinión está de más en un blog donde el autor está en la libertad de decir las cosas que quiera y cómo mejor le parezcan.
ResponderEliminarEstá bien, acepto tus palabras. Pero ni siquiera fue mi intención dar mi opinión del partido... me enfoqué más en la parte de "narrar los hechos desde la perspectiva de Uruguay", más que opinar acerca de si el resultado fue o no fue justo... y cómo se dio (por ejemplo, no me detuve en lesiones o cambios... ni tampoco en situaciones de gol claras por ejemplo... cabezazo de Lugano y rebote de Cavani).
ResponderEliminarSólo di una panorámica más general de cómo fue el juego (por arriba), visto obvio, desde lo que soy... uruguayo. E intentar exponer lo que sentí (sintió el pueblo celeste) tras el partido.
De nuevo, gracias por comentar.